April 28, 2024

Soy honesto hoy y mañana también

El secreto está en la cartilla moral de educación

El Consejo Cívico –que ahora preside el hijo de un compañero a quien aprecio desde la infancia, Jesús Herrera– presentó, junto con 50 organizaciones, una iniciativa para combatir la corrupción que durará tres meses. Le llamó Soy honesto hoy.

Por supuesto que la idea es muy buena y nadie puede cuestionarla en su filosofía, pero sí podemos revolver un poco el caldo hablando de la operatividad de cualquier proceso que quiera erradicar la maldad que todos, en mayor o menor grado, tenemos arraigada en nuestras entrañas biológicas y sociales.

La corrupción, como decía don Alfonso Martínez, existe desde la época de la Conquista, pues los tlaxcaltecas fueron corrompidos por Cortés; si no, el conquistador no hubiera triunfado en Tenochtitlán. Además, según nuestra revista Conocimiento en su número 123, que se puede consultar en www.conocimientoenlinea.com, la corrupción tiene raíces muy diversas, profundas y también administrativas y técnicas, y la padece muy abiertamente el sector público, pero también en forma clandestina el sector privado y, por qué no decirlo en forma de parábola, la corrupción somos todos, pues cualquier acto que se salga del marco moral o ético puede considerarse factor de corrupción, y cuando se hace mayoritario puede generar una cultura en donde se vea como algo más o menos normal.

Algunos países han logrado, en gran parte, erradicarla: unos por la buena, a través de la educación y de la autoestima social, como Finlandia e Islandia, y otros por la mala, a través de la dictadura, como Singapur, pero en el resto del mundo han aumentado los pequeños o grandes actos corruptos para obtener grandes y fáciles ganancias.

Yo felicito al Consejo Cívico y socios, pero recuerdo aquella frase de que no podemos ser solo “candil de la calle y oscuridad en la casa”, y que la educación básica, la autocrítica (como dijo Cristo: “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo”), es la mejor estrategia para lograr un objetivo feliz en este bello proyecto, que no debe durar tres meses, sino toda la vida.

Descartes: Pienso, luego existo… Lancemos la flecha hacia la luna, aunque no lleguemos… pero seremos los mejores en la tribu.

https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/soy-honesto-hoy-y-manana-tambien