April 24, 2024

Para abrir la boca hay que poner el “clutch”

Me refiero a los candidatos presidenciales

En EU hay un refrán que dice “Before putting your mouth in motion be sure you have your brain in gear”, que traducido significa “Antes de poner tu boca en movimiento asegúrate que tienes el cerebro enclochado”. Esto en relación a candidatos presidenciales, que por hablar de más, “meten la pata”.

López Obrador lo ejemplifica, pues ha tenido un arrepentimiento que parece sincero; dice muchas cosas y la forma en que las dice hace que se interpreten en forma negativa. Decir que hay que conciliar intereses y perdonar a algunos traficantes humildes, que cultivan la amapola o la mariguana, se interpreta como que va a perdonar todas las irregularidades, tanto a los narcos como en la política, y él a lo mejor no quiso decir eso, pero se le olvidó poner el clutch. También dijo que él se iba para su rancho y que dejaba el tigre suelto y se interpretó como una incitación a la revolución, lo cual, como está en fase de arrepentimiento, no creo que lo haya querido decir.

Meade también lo hace pues afirma que no es del PRI, pero también se olvidó poner el clutch cuando dijo que los de la CTM lo adoptaron en el PRI y entonces se produjo una ambivalencia. También ha dicho que quiere combatir la corrupción y ha lanzado una andanada contra el niño maravilla, el soberbio Anaya, pero no ha respondido a las acusaciones de pasividad que se le han hecho. Habla mucho en forma tecnocrática y lo hace bien, pero se le olvida el auditorio, que lo que quiere son cosas más sencillas. También debe recordar que, como decía Napoleón, el hombre de Estado debe tener el corazón en su cabeza.

Ricardo Anaya también habla mucho y se enreda con tantas explicaciones de defensa, como las que utilizó para justificar la compra de un terreno en 10 millones y la venta en 46. Explica en diagramas y copia a otros autores y dice que está en el campo de la nueva tecnología, pero no justifica por qué anuló la democracia en el PAN y su proceder totalitario.

Otros candidatos también no se expresan con claridad y usan argumentaciones que son ajenas al sentir de la mayoría. Ellos deben imaginarse qué pueden pensar los que los están oyendo y al comunicarse, poner el cerebro en orden, como precursor de la palabra. Resumiendo, el cerebro es importante porque es el que articula el verbo y si no están claros en el cerebro, los verbos serán confusos, contradictorios y no producirán el efecto que ellos quieren.

DESCARTES: Pienso, luego existo… La palabra es el verbo y hay que cuidarlo mucho.

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