Empieza la época de las criptomonedas
Luis E. Todd
Yo no soy experto en este tema, pero le pregunté al maestro Rodrigo Soto, que conoce sobre mercadotecnia y me comentó que el bitcoin es una criptomoneda o criptodivisa, moneda digital de intercambio y que la más famosa se llama bitcoin, pero que también existen el Ethereun, Ripple, Dogecoin y otras.
El precio de esta moneda sube de acuerdo a la oferta y la demanda. Ahora está muy inflada, dice mucha gente, y no es real su valor, pero empezó en 2009 y algunos que compraron un dólar de bitcoin, ahora tienen millones, debido a la capacidad que tuvo esta idea de crecer y de hacerse popular en internet y en las redes sociales. Debemos, entonces, pensar en la capacidad que tendrá en el futuro para transformarse en bienes y servicios y así ser parte, realmente, del sistema de moneda internacional; pues se requiere que los establecimientos la acepten para comprar o vender.
Con su precio actual es difícil realizar transacciones regulares, pues imagínense usted comprar un refresco con una milésima parte de un bitcoin, que ya tiene un valor muy superior a la de cualquier moneda, por lo que debe encontrarse una forma más sencilla de utilizarla para la compra y venta de bienes y productos.
Esta moneda tiene beneficios, como ser manejada por usuarios finales y no por bancos, es decir, eliminaría el sistema bancario; pero también habría problema con los créditos, pues aunque el dinero de los bancos es el más caro, son ellos los que tienen capacidad crediticia nacional e internacional.
La opinión de mi colega y la mía es que el bitcoin tiene futuro en las transacciones económicas, pero falta mucho tiempo para que se estabilice y convenga invertir en ella, si es que se tiene capital de riesgo. Si usted compró cuando el precio estaba muy bajo, debe esperar a que tenga una caída real para conocer cuál es la cantidad que tiene y aquellos que quieran comprar deben esperar la estabilización de su precio, pues diariamente tiene fuertes fluctuaciones.
La ventaja es que hay mayor transparencia y ayudaría a combatir la corrupción, porque toda operación queda registrada y no existe un solo lugar, sino diferentes servidores en el internet y es manejada por diferentes usuarios, con lo que se les quita el poder tanto a los bancos internacionales como a los bancos locales.
Esta nueva moneda empoderaría al ciudadano, dándole más fuerza al individuo que a la institución, que a veces, como en el caso del lobo inmobiliario en EE UU, se aprovecha de la ingenuidad y la ignorancia de la gente humilde para tomarle ventaja y bruscamente hacerle perder su capital.
DESCARTES: Pienso, luego existo… El bitcoin tiene futuro, pero habrá un conflicto entre los sistemas bancarios tradicionales y los sistemas digitales o electrónicos. Quién sabe a dónde llegaremos.