April 26, 2024

¿Habrá cambios en el gabinete?

Es potestad del Gobernador

Dr. Luis E. Todd

 Aunque yo he tenido múltiples puestos públicos, nunca me he creído la retórica de ser funcionario público, pues siempre he pensado que he sido un empleado de quien me puso por derecho propio, o por elección cerrada como en la Rectoría, o abierta, como en el caso de la Diputación. Quizás por esa razón o por mis complejos, nunca me he mareado al subirme a un ladrillo, ni tampoco me he sentido “bordado a mano” por las monjas de Puebla, y he sabido que todo es transitorio.

Bajo estas consideraciones, a mí no me asusta cuando un Gobernador quiere cambiar a un empleado, porque a él sí le dio el pueblo el poder del voto, y dentro de ese está el de nombrar y quitar a sus llamados colaboradores, sobre todo que cuando más que colaborar con él, le están estorbando.

A este respecto existen algunas frases; una de ellas fue cuando López Portillo cesó al mismo tiempo a Reyes Heroles y al licenciado Santiago Roel. El primero aceptó, sin defensa alguna, pero el otro, que tenía una amistad con el Presidente, replicó ¿por qué me quitaste?; el mandatario le contestó: nunca me preguntaste por qué te nombré.

Otra anécdota local fue la del licenciado Eduardo Elizondo, gobernante en épocas complejas y padre del reiteradamente hombre de la función pública: Fernando, quien se acaba de retirar. Dicen que el licenciado Elizondo, dijo: me podré equivocar en nombrarte, pero no me equivocaré en quitarte; y así actuaba en consecuencia.

En base a esto yo pienso que de acuerdo a los tiempos, las circunstancias y los terrenos que solo los hombres del poder conocen y en común acuerdo con el famoso libro “El arte de la guerra” de Sun Tzu, el ejecutivo puede retirarle no la confianza, porque esa se gana con grandeza, sino simplemente el puesto, pensando en el bien común y en que otra persona puede hacerlo mejor.