Lealtad y gratitud.
Luis Eugenio Todd
El Secretario General de Gobierno, Manuel González, hombre de confianza del gobernador, quien ha demostrado previamente su gratitud y su lealtad institucional, está activo desde la época de Jorge A. Treviño, con quien colaboró y después fue líder del PRI en el Congreso. Desde entonces ha tenido una enorme dosis de gratitud hacia el exgobernador, y a mí me tocó, siendo Secretario de Educación, llevar a cabo con él actividades en común.
Por esas razones y porque apoyó a Jaime Rodríguez, cuando nadie lo hacía, se le encargó la más importante de las tareas: la seguridad, pues desde la concepción del estado de Jacob Rousseau y previamente desde El Príncipe, de Maquiavelo y la opinión de los anarquistas como León Tolstoi, el Estado solo se justifica plenamente cuando proporciona seguridad a sus habitantes. Lo demás vino posterior a la Revolución Francesa y a los regímenes parlamentarios ingleses y democráticos norteamericanos que organizaron las diferentes ramas del arte-ciencia de gobernar.
El Secretario General acaba de dar inicio a un programa muy importante, porque se trata no solo de aumentar el número de policías sino de darles calidad y calidez comunitaria a los mismos, recordando el viejo concepto de nuestros abuelos del llamado policía de barrio, que gritaba a medianoche: “las 12 y sereno” y que nos permitía dejar abiertas las puertas de los hogares para mitigar el calor.
Esta idea, que debe ser secundada por el Congreso y por los Alcaldes, al margen de los partidos políticos, debe ser fortalecida con la cibernética y los avances de la comunicación a tiempo real para poder actuar de inmediato, pero sin olvidar que la mejor prevención para la seguridad son la educación y la justicia social, pues la ignorancia, la pobreza y la violencia son hermanas del mismo mal.
