Se le olvidó lo más importante
Por supuesto que escuché con atención el discurso de toma de posesión de López Obrador, y muchas de las cosas fueron una repetición de las mismas expresiones que había dicho cuando era candidato. Como lo pronostiqué, ya sabía lo que iba a decir.
De todo lo anterior, por supuesto que hay buenas esperanzas y un ritual que conduce a la utopía. Pero en fin, como él va a ser el Presidente, querámoslo o no, por muchos años, tenemos que darle un voto de confianza y tratar de que entienda algunas razones y dé marcha atrás en algunos equívocos, como el caso absurdo de criticar a los transgénicos, que está bien documentado no hacen daño.
De educación solo dijo que iba a echar para abajo la mal llamada Reforma Educativa y se le olvidó que casi al mismo tiempo el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, que él va a desaparecer, señaló que seis de cada diez niños no saben leer ni escribir bien, ni tampoco contar, por lo que no tienen futuro alguno.
Descartes: Pienso, luego existo… A nuestro Presidente se le olvidó lo importante.