March 29, 2024

Yo hablo bien el idioma de la tecnocracia: Meade

“Eso define el perfil del candidato del PRI.”

Durante la exitosa presencia en el área metropolitana de Monterrey del candidato del PRI, un periodista lo entrevistó y se le ocurrió preguntarle cuántos idiomas hablaba, probablemente para compararlo con Anaya, un “niño bien” al que sus padres enviaron a estudiar al extranjero, donde aprendió con fluidez el inglés y el francés. El candidato Meade contestó que, además, él hablaba muy bien el idioma de la tecnocracia, que es el más difícil y complejo de todos los lenguajes.

La expresión descrita define los objetivos que formarán parte de su gobierno, en el caso de que gane las elecciones, que está formado por una minoría de personas muy bien preparadas y por una mayoría, que si bien les fue, terminaron la educación primaria y viven en la marginación, y que responden, por instinto reflexológico, mucho mejor a la costumbre, a las tradiciones y a la sensibilidad, que a los aspectos técnicos.

Este hecho se ha puesto en el tablero de la discusión desde la época de Miguel de la Madrid, pues la teoría económica ha generado una élite tecnocrática, en el gobierno, con estricta formación académica y poca sensibilidad política.

Comento lo anterior señalando que Salinas, Zedillo, Fox, que fue un empresario, y Calderón, son personas capacitadas en base a la economía liberal y provenientes de instituciones educativas privadas y sin contacto sensible con el dolor de la pobreza que padece la mayor parte de la sociedad mexicana.

La corriente tecnocrática no ha dado los resultados esperados en México y aunque ésta es una tendencia internacional, en nuestro país, después de Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo, se perdió, significativamente, la confianza del pueblo en su gobierno y aunque Peña Nieto quiso hacer resurgir un cierto grado de populismo benigno, no logró permearlo hacia sus colaboradores.

Yo añoro la presencia de un político como Manuel Bartlett, bien preparado técnicamente, pero también muy capacitado en el conocimiento de la sensibilidad de nuestro pueblo, y creo que la técnica debe ser un medio y que el objetivo de la política no se aprende en las universidades privadas, sino se siente en la piel de quien comprende la problemática del ciudadano.

DESCARTES: Pienso, luego existo… La técnica es un instrumento, no un objetivo, y en la política se requiere amor social.

https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/yo-hablo-bien-el-idioma-de-la-tecnocracia-meade