October 4, 2024

La parálisis del pánico

25 de Enero de 2011

La organización ciudadana: solución a la sinrazón

Para la utopía del excelso sinarquista y novelista León Tolstói, el Estado-gobierno no era necesario si los seres humanos tuviéramos un código moral responsable y si el nosotros social fuera superior al yo egocéntrico individual. Sin embargo, Rousseau, el sociólogo suizo francés, justificó al Estado fundamentalmente para preservar la seguridad de sus habitantes.

En nuestro país, la política federal y las consiguientes estatales y municipales, no han dado los resultados esperados en su combate a la inseguridad y eso es un hecho objetivo, aunque el Presidente, rodeado de un círculo de lambiscones, esté mal informado y manifieste que vamos por el camino adecuado.

Los colombianos lo reconocieron y pidieron ayuda a los Estados Unidos. Nosotros no podemos emularlos porque lesiona nuestra soberanía y por nuestros recuerdos históricos negativos y tampoco lo podríamos hacer porque ellos son los principales cómplices del problema. Por tanto, ¿qué solución tenemos?

Nos queda la fuerza social de la organización ciudadana, que, aunque parezca difícil de sistematizar, es factible y necesario hacerlo para evitar la crisis de pánico social que actualmente nos paraliza y nos impide actuar para preservar nuestra seguridad y además, alimenta nuestro refugio egoísta, sin darnos cuenta de que lo que le pasa a un vecino al día siguiente nos puede pasar a nosotros.

Además, ¿cómo es posible que exista una excelente organización electoral barrio por barrio y casa por casa del PAN y del PRI, y que la misma no pueda utilizarse para crear comités ciudadanos que reciban información y educación cívica extraescolar para saber qué se debe hacer para ayudar a los demás, para no estorbar, y para ayudarlos a ellos mismos? Lo anterior bajo la base de que las elecciones son totalmente secundarias y, yo digo, hasta folclóricas, porque representan más de lo mismo y la seguridad es prioritaria para evitar la ruptura del tejido social y la desconfianza colectiva que puede propiciar una revolución violenta que se sume a la criminal existen.

luisetodd@hotmail.com