Algo biológico sobre el tema
Dr. Luis E. Todd
Es muy reiterado hablar del amor materno, porque está inherente al fenómeno de la concepción y representa, no solo en los seres humanos racionales, como es el hombre, sino en los irracionales, como son los animales salvajes, un instinto de protección.
Pero lo que sí es importante es mencionar la relación biológica amorosa que existe entre los hijos y sus madres; ya que es la madre, desde el útero, la que empieza a transmitirle al hijo, a través del DNA fisiológico, la percepción de sensibilidad y de necesidad de amar, como parte fundamental del proceso de existir.
Por esa razón la madre es muy importante; porque nos educa desde la placenta a practicar el arte de amar, y además representa, en su proceso de fecundidad, la inmortalidad genética que transmite a su hijo y la perpetuidad de la especie, que tiene que ser hecha a través de la maternidad.
Festejar entonces, en una época de liberalismo económico y conductismo y ultra comunicación, con frialdad tecnocrática, el arte-ciencia de amar, es necesario y más aún utilizando como ejemplo la expresión amorosa de la madre hacia sus hijos, que como expresé previamente, no solo heredan de ella lo que anatómicamente se plasmó desde que se describió el DNA, sino como ha sido documentado recientemente, también se hereda la fisiología, o sea el pensamiento amoroso que la madre tiene cuando va a dar a luz.
Por esa y muchas otras razones, que podrían llenar una verdadera enciclopedia, es que debemos decirles a nuestras madres que las queremos, porque si no las quisiéramos a ellas, no nos queríamos a nosotros mismos.
