Se exige igualdad, no calidad
Como introducción quiero suplicar a las mujeres, a quienes respeto con veneración por su papel fundamental en la civilización y por ser la raíz genética de la inmortalidad, así como por su sensibilidad, inteligencia ampliada y belleza: que no se vayan a molestar.
Sin embargo, voy a criticar la exigencia de algunos medios de comunicación, por la tozudez de exigir la paridad en todos los aspectos de la vida, como si el conteo numérico de mujeres y hombres fuera la solución definitiva a los grandes problemas de la sociedad, olvidando, a veces, que cada sexo tiene una función distinta y que lo que importa no es el cromosoma con el que nacimos, sino el perfil adecuado para nuestra circunstancia histórica y para el potencial social que la misma pueda tener y así mejorar la comunidad.
Ahora resulta que se exige paridad electoral y también en los puestos públicos. Ahora se quiere que la mujer, que es frágil y bella, juegue futbol igual que el hombre, que es tosco y agresivo por naturaleza genética. Y el colmo seguirá llegando, hasta crear una filosofía de la igualdad sexual, en lugar de buscar, reitero, la calidad en la formación, para producir un efecto social.
Yo admiro mucho a María Elena Chapa, que es una mujer inteligente y que logró, en efecto, oportunidades que se les había negado a las mujeres y que deben tenerlas igual que los hombres, pero mucha gente, abusando de la nobleza e inteligencia de María Elena, ahora ha llevado este tema hacia el infinito y hacia la generalización, que como sabemos, en el método de la lógica, es hermana del error.
Descartes: Pienso, luego existo… Debe haber un justo equilibrio entre la calidad y las oportunidades de participación para la mujer.
https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/otra-vez-el-tema-de-la-paridad
