Vacuna contra el efecto Trump.
Luis Eugenio Todd
En dos semanas habrá elecciones en Francia, corazón de Europa, país que desde el siglo XIX ha tenido influencia sobre el nuestro, y sufriremos o gozaremos el resultado de las mismas, resintiendo su impacto en la economía internacional y por ende en la nuestra.
Existen, derivados de la primera vuelta electoral, dos candidatos: el primero, un joven de apellido Macron, quien representa una posición central, que de ganar, sería el presidente más joven en la historia reciente de esa nación; por el otro lado, está una mujer combativa, hija de un ultraderechista que predica una política semejante a la de Trump, es decir, de aislamiento en contra de la corriente histórica actual de la comunicación a tiempo real y de la globalización.
Si por alguna diabólica razón triunfara la candidata Le Pen, se fortalecería la visión internacional radical extremista y aislacionista iniciada por Trump, en un país altamente democrático como EE. UU., que representa la antítesis a toda la historia de libertad, igualdad y oportunidades del sueño americano, que forman parte de esa gran nación de influencia mundial.
Eso, que espero no ocurra, generaría una fortaleza para las locuaces ideas de Trump, de afectar a nuestra nación cancelando los tratados previos que han permitido la inclusión de México en el contexto internacional, que si bien no han resuelto la pobreza, la corrupción y la impunidad, han sido un atenuante desde el punto de vista de la visión económica y del libre comercio, pues de suceder la catástrofe del triunfo electoral de la ultraderecha, toda Europa, nuestra vieja consejera, entraría en la corriente agresiva, beligerante y guerrera de Donald Trump.
Esperemos que, como decía don Raúl Rangel Frías, lo monstruoso no pueda ser posible.