Reparte besos a diestra y siniestra
El día de ayer escuché una entrevista de nuestra paisana Azucena Uresti con una periodista del norte del país, la cual describía cómo el Presidente electo respondió a una pregunta que ella le hacía, dándole un beso, que espero haya sido en la mejilla. Ese tema de los besos requiere cierta atención cronológica e histórica, para diferenciar lo que verdaderamente es afecto y lo que es una falta de respeto, que la periodista pensó que era y que Azucena también ratificó. Sin embargo, el tema es más complejo.
Cuando era joven nunca saludábamos a las mujeres de beso y menos a los hombres, y solo reservábamos esa muestra de cariño para nuestra madre y a veces para nuestro padre. Las cosas han cambiado y en Europa hasta los jugadores de futbol se besan en la boca. Ahora resulta que en nuestro país, para saludar a una dama, hay que darle un beso en el cachete.
En lo particular esto no es de mi agrado, pues el verdadero respeto que se le debe a la mujer va más allá de un simple beso de saludo o de aparente gusto por encontrarla, sino que tiene que ver con reconocer el alma de quien representa la inmortalidad genética y la belleza y que en mayor o menor grado, desde el punto de vista freudiano, es una madre.
Por supuesto que AMLO debe corregir muchas cosas y espero que no se le olvide que ya es el presidente electo y que tiene que guardar ciertas formas; pero las damas no deben sentirse ofendidas por algo tan frívolo, sino exigir el auténtico respeto, ejerciendo la equidad en todas sus formas y aceptando que ellas son distintas, pero muy superiores a nosotros los hombres, en diferentes aspectos.
Descartes. Pienso, luego existo… AMLO está muy amoroso, pero que no se le olvide que es el presidente electo y que debe guardar ciertas formas.
https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/la-republica-amorosa-de-amlo
