April 25, 2024

El corazón frío y el cerebro ardiente

Consejo gratuito para los gobernantes

La naturaleza es muy sabia y nos colocó los testículos hormonales en la parte inferior del cuerpo y el cerebro en la parte superior, porque nos veríamos muy mal al revés. Además, Napoleón Bonaparte dijo que el hombre de Estado debía tener el corazón en la cabeza y que en el arte-ciencia de gobernar no se vale la ira o el enojo, sino que es necesaria la sensibilidad para escuchar y aguantar la disidencia, pues solo el ser humano, ningún otro animal, es capaz de conciliar y negociar.

Esta introducción se refiere a personajes como mi amigo el licenciado Bartlett y también a mi alumno-amigo, el gobernador del Estado, Jaime Rodríguez C., quienes recientemente han expresado molestia o enojo.

Igual que ellos, otros muchos funcionarios se molestan porque alguien les da frases de contradicción, en sus argumentos y como el poder enferma y el mucho poder enferma completamente, espero que AMLO ponga el ejemplo y que sus secretarios y todos los que ejercen el bellísimo arte del servicio y la función pública, lean un poco a Hegel y además, si están casados, sepan que muchas veces la mayor oposición está en su cama y que eso es normal, para que se conserve la energía de la contradicción, pues solo en la lucha de contrarios puede uno asomarse a la verdad.

Valga este consejo solemne y sin interés del suscrito, que tiene muchos años de tratar nacional e internacionalmente a políticos distinguidos y ha observado que solo aquel que medita y aguanta las diferencias, puede sobrevivir y tener éxito.

Por supuesto que yo comprendo que nuestro temperamento etnológico y latino, que siempre está ardiente y que ejerce la pasión como elemento de convicción, nos permite desbordar con emoción y que es muy importante la razón; pero si bien el que no tiene pasión en su trabajo está haciendo chapuza, esta fuerza que nos dio la raza de donde provenimos, debe acompañarse de la capacidad de tener alternativas, así como la inteligencia y de creatividad, que es nuestra característica, muy superior a las razas sajonas o germánicas, pero inferior a las orientales, que son muy reflexivos y le dan tiempo al tiempo.

Descartes: Pienso, luego existo… Consejo para aquellos que me quieran escuchar. Es libre de costo.

https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/el-corazon-frio-y-el-cerebro-ardiente