Es tan sencilla, que no le entienden a la solución.
El tema de la contaminación ambiental es muy importante, fundamentalmente no porque perdemos un bello paisaje, sino porque se enferman nuestros hijos y nuestros viejos, ya que las partículas menores entran al sistema circulatorio y producen complejísimas enfermedades, difíciles de tratar, y más aún ahora, que el sistema nacional de salud se le entregó al IMSS, que bastante mal estaba antes y que ahora va a perjudicar, por su espera, en la falta de recursos y sueldos a sus colaboradores y porque es muy difícil que una sola institución pueda con la salud pública. Por eso se fundó la Secretaría de Salud.
La contaminación ambiental aquí en Monterrey es enorme y todos sabemos que se debe a la refinería de Cadereyta, empresas, pedreras y gases derivados de la combustión interna de los carros que funcionan con gasolina y que en todas partes del mundo ya están en extinción, menos en el nuestro.
Yo tengo esta preocupación desde que fui secretario de Salud, hace más de 30 años y en donde la Fundidora y las empresas eran el principal factor para ensuciar el ambiente, que era benigno, comparado con la actualidad, donde nuestros hijos respiran partículas pequeñas, nuestros viejos se mueren antes y nuestros niños sufren enfermedades no solo respiratorias, sino de toda índole.
Yo creo que el gobernador sí está interesado en el tema. Pero tratándolo con multas, es solamente decir que el dinero vale más que la salud y eso no corresponde a un estado tan valioso como Nuevo León, con su cosmópolis de Monterrey. Por todo lo anterior, requerimos:
Hablar en serio y si es posible, cancelar las emisiones de la refinería de Cadereyta y en lugar de multar, utilizar la ley ambiental para clausurar las empresas que en la noche muy sigilosamente echan afuera su mugre y no se dan cuenta, porque no conocen la ciencia, de que están enfermando a miles de personas prematuramente y que sus propios hijos van a sufrir esta temática y eso me parece un contrasentido.
Yo le pido al gobernador, que veo que es un hombre joven, pero comprensivo, que profundice el tratamiento de esta temática, no solo con multas para ganar más dinero; eso es un absurdo, porque qué vale más que la salud de nuestros hijos, de nuestros nietos, de nuestros viejos.
Si bien la pandemia nos quiere echar fuera de la cosmovisión actual, hay que morir con dignidad y no intoxicados con todas las partículas grandes y pequeñas. Y además seguimos colaborando con la contaminación, a pesar de los viajes a Glasgow, Escocia, o a París, y no se toman decisiones pertinentes, a pesar de que somos la ciudad más contaminada del país, con numerosos días en el año en que se exceden los límites permitidos de concentración de contaminantes.
Ojalá entiendan y radicalicen este problema, para tratarlo no solamente con dinero, sino con toda la parafernalia que tiene el gobierno, para fomentar el axioma de que la salud es primero y de que nuestros hijos no merecen que sus padres colaboren para enfermarlos.
Descartes: Pienso, luego existo… Es una arbitrariedad política olvidar un tema tan importante que, igual que la pandemia, nos está matando y dependemos de aquellos por quienes votamos. Hagan su trabajo y no solo propaguen las simulaciones.