Manuel González puede ser el enlace
El viernes pasado fue el aniversario de un gran gobernador: Jorge Treviño, hecho que fue reconocido por sus amigos y sus enemigos contestatarios de alguna parte de la prensa, que le hicieron padecer injustos ataques vitriólicos y furibundos, aunque después reconocieron su gravísimo error.
Personaje sensible, gobernó con prudencia, mesura y lo acompañó el ahora secretario general, Manuel González, quien aprendió mucho de ese comportamiento y de ese estilo, muy fino y eficiente, y actualmente Manuel lo practica.
Ahora tenemos un gobernante distinto, El Bronco, que es impetuoso y con dosis de autenticidad, que exagera a veces y declara sin mesura su opinión libre y personal. La diferencia es obvia y ostensible, y el único lazo de unión que pudiera hacerlo rectificar y cambiar, como él lo ha prometido, es con el ejemplo de Jorge Treviño, pues solo así podría neutralizar, con la prudencia intelectual, su instinto feroz y lograr ser un gobernador afectuoso recordado con aprecio.
Descartes: Pienso, luego existo. En la vida hay que aprender de lo bueno y cerrar los ojos un poco a lo malo.
