Datos de El Universal, Manuel Gil Antón
Dr. Luis E. Todd
Durante el año 2016, dice ese brillante investigador educativo que trabaja en El Colegio de México, la SEP gastó 2 millones 259 mil pesos diarios en propagar por todos los medios la existencia, avance y éxito de la Reforma Educativa. En su página oficial, menciona este investigador, es posible localizar casi 400 contratos que firmó con distintas empresas a través de la Dirección de Comunicación Social y que suman en total 824 millones de pesos.
El conocido intelectual cree que es un enorme desperdicio que mientras existen aulas con grandes carencias, en propaganda se gasten casi 100 mil pesos por hora, durante un año; no afirma que los mismos sean ilegales, pero sí cree que es un despilfarro indecente “propio de demagogos apresurados para mostrar de manera artificial, por medio de inserciones pagadas en la tele, diarios y revistas y redes sociales, que la problemática educativa se está resolviendo”.
Los datos que se mencionan en ese artículo y que incluyen 106 contratos de difusión, incluyendo por supuesto las principales cadenas de televisión y erogando en forma directa 510 millones de pesos en servicios de difusión y el llamado Desarrollo Profesional Docente o Reforma del Modelo Educativo, etc., no se justifican en función de los resultados obtenidos y de un gobierno que ya está en sus últimas etapas de tomas ejecutivas de decisión.
Nosotros hemos sido entusiastas de la necesidad de una revolución educativa en el país e insistimos siempre que en esta última Reforma Educativa se empezó en forma retrógrada, por evaluar a los maestros sabiendo que estaban mal preparados, en lugar de haberlos preparado primero y después llevar a cabo la evaluación. Eso trajo un enorme retraso en el inicio de la llamada Reforma Académica, que tiene buenas ideas que no son originales y que han sido repetidas por otros investigadores en diferentes épocas, pero que además adolecen de la experiencia en los funcionarios que la planearon, porque ni el Secretario, ni los Subsecretarios correspondientes han tenido experiencia frente a grupo y planearon una reforma con la complicidad del Sindicato, a quien le otorgaron 500 millones para difusión, sin realmente conocer los pormenores de la educación nacional, sobre todo en las áreas marginales o de pobreza extrema.
Ojalá que algo quede, porque hay que ser optimista de la buena fe con la que se utilizaron estos magnos recursos y que pueda ser utilizada por el siguiente régimen, que estoy seguro modificará en forma sustancial muchos de los conceptos que se han defendido con insistencia y comunicación financieramente despilfarrada e irresponsable.
