El romanticismo de la juventud: resultados
No hay en México una sola persona que tenga conciencia y que haya vivido esa época, que no condene al gobierno por la represión que tuvieron las grandes ilusiones y el fervor del romanticismo juvenil que dio lugar al movimiento estudiantil de 1968; que lo que querían era participación, ausencia del imperialismo, monoteísmo político y democracia participativa.
Esto sucedía en muchas partes del mundo y México no pudo estar exento de esta vigorosa y bella utopía juvenil. Los resultados fueron desastrosos: jóvenes muertos, encarcelados, oscurantismo y todavía se conserva un recuerdo negativo de la evolución política de nuestra nación.
Reconociendo las bellezas de las ideas de los jóvenes y analizando los resultados, con tristeza nos damos cuenta que esos jóvenes que lastimaron y acortaron su vida, murieron muchos de ellos dando ejemplo, pero no generando aspectos prácticos en sus fantasías estudiantiles, puesto que si bien ha habido cambios en las estructuras políticas del país, durante todos estos años el sistema de la dictadura de partidos, sin concepto de patria, ha sobrevivido y ha producido una enorme corrupción y una continuación del autoritarismo y de la pérdida de la razón pura, en presencia del interés personal y de grupo.
Por esa razón, yo creo que está vigente la idea de que no se olvida el 2 de octubre, pero ojalá se acompañe, en esta época, de una verdadera transformación que haga que esos jóvenes muertos, que ya no participan en el elixir de la vida plena puedan, en donde estén, sentirse que valió la pena y que todavía el 2 de octubre no se olvida.
Descartes: Pienso, luego existo… El gran sueño de la juventud, ¿logró cambios?
https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/2-de-octubre-no-se-olvida
