Sigan el ejemplo de amor y paz de AMLO.
Hace algunos días el actual ganador, en entredicho, de la contienda para presidente municipal le mandó decir a su predecesor Adrián de la Garza que no anduviera haciendo consultas sobre unir la Purísima y la Alameda con desarrollos urbanos verticales, pues a lo mejor eso él no lo aprobaba. Es decir, se puso los guantes antes de tiempo y eso es muy peligroso, en el box y en la vida.
Yo pienso que en Monterrey ya no podemos detener el desarrollo vertical urbano porque, igual que sucedió en otras grandes ciudades del mundo, la corriente conceptual urbanística es tratar de reducir los espacios abiertos y unificar trabajo y vivienda, en cierta manera, para evitar los recorridos de larga distancia.
Igual que sucedió en el centro de la ciudad y en Valle Oriente, hay que iniciar otras áreas para evitar que se sigan deprimiendo las áreas urbanas, como es el caso del corredor Palacio de Gobierno-Colegio Civil, o el de la antigua estación de ferrocarril o el de la vivienda, que está ubicada entre la Alameda y la Plaza de la Purísima.
Todo esto todavía está en discusión, pero no justifica un duelo de titanes gobernantes de nuestra maltrecha ciudad capital. Yo pienso que es mejor que los candidatos y los actuales sigan el ejemplo de López Obrador de amor y paz, perdón, conciliación, como lo ha dado en su relación con el Presidente Enrique Peña Nieto, ya que en lugar de ponerse a pelear contra molinos de viento que no existen, planeen su proyecto de gobierno.
Descartes: Pienso, luego existo… Hay que ponerse los guantes en el vestidor y no en la calle para poder subir al ring.
