October 4, 2024

El Instituto Nacional Electoral

Mucho ruido y pocas nueces

La reforma a los procesos electorales se inició desde la época del presidente Zedillo y por supuesto que fue una excelente idea, porque había que evitar las corruptelas, que eran clásicas en las elecciones, pues con ingenio se corrompía el proceso electoral, tanto por el uso indiscriminado de recursos, como por el manejo inadecuado de los comicios el día clave.

Esa ley al principio fue muy sencilla de aplicar, pero luego se fue creando un grande, complejo y muy caro Instituto Federal Electoral y también caros y complejos Institutos Estatales Electorales y se le fueron haciendo agregados, con lo que se creó un enorme monstruo jurídico, que devoró a la misma estructura que quería que tuviéramos elecciones honestas.

La idea era que no hubiera recursos en exceso y cuya procedencia se conociera perfectamente, para evitar intromisiones de grupos o del narcotráfico. Además, se le agregaba que se contaran muy bien los votos y que el procedimiento en las casillas permitiera una visión clara y concreta de la verdad en el conteo numérico.

Actualmente, con los agregados jurídicos, de forma y procedimiento, que se han añadido, además de un poderoso y soberbio Instituto Nacional Electoral y también los de algunos estados, las elecciones se han complicado, pues ahora hay un proceso preelectoral, uno electoral y uno postelectoral, y además una serie de trabas y límites a la difusión pública; cuando en otros países eso es totalmente libre.

En síntesis, el INE nos cuesta muy caro y aplica aparentes sanciones que van a ninguna parte, porque no se anulan elecciones; se siguen sufriendo las influencias institucionales y los ciudadanos están cada día más confusos en lo que deben hacer para votar por su candidato y a tiempo.

DESCARTES: Pienso, luego existo… ¡Los mexicanos somos complicados!

https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/el-instituto-nacional-electoral