Tiene un buen equipo, hay que aprovecharlo
Como estaba pronosticado, tanto en el ámbito mundial como en el nacional, Andrés Manuel López Obrador logró arrasar con una votación de castigo antitético, en contra del PRI y del PAN. Su discurso a la nación, generoso e incluyente, mostró una serie de signos favorables para la conciliación de intereses y la vectorización de esfuerzos, que es fundamental en el arte-ciencia de gobernar.
Es notorio que este personaje tiene una ambición legítima, como él mismo lo señaló, que es la de pasar a la historia de México como un buen Presidente y su edad, en la madurez, le permite tener una visión cosmopolita del mundo contemporáneo y adecuar sus genuinas ambiciones de trascender, con el deseo de servir a este gran país que le ha dado su confianza, con entrega total y que espera construya un gobierno eficiente, cimentado en la justicia, el desarrollo y la paz. Así queremos los mexicanos el gobierno de los siguientes seis años.
Los primeros nombramientos que anunció para su próximo gabinete, como Olga Sánchez Cordero, Carlos Urzúa, Héctor Vasconcelos y Alfonso Romo, son otro factor positivo, pues todos son personas capaces, honestas, bien preparadas académicamente y con excelentes antecedentes en los puestos públicos y privados que han ocupado.
Decía alguien que lo que vale en el futbol no es solo ser estrella, sino tener un buen equipo. Igual parece que debe serlo en la política. Hasta la fecha compartimos las esperanzas de cambio con la frase contundente de “México es primero”.
Descartes: Pienso, luego existo… Trascender en lo humano y en lo social es una ambición legítima para ser un buen Presidente.
https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/amlo-presidente-de-mexico
