May 3, 2024

Las maravillas electrónicas del “niño maravilla”

La honestidad solo tiene una definición: honestidad

Recientemente, durante el pasado debate, el licenciado Ricardo Anaya, representante de partidos totalmente contradictorios en su ideología, impresionó a mucha gente, porque goza de una joven inteligencia y capacidad de explicación, lo que seguramente aprendió en los colegios privados donde desde niño estudió y aparte habla bien el inglés y regular el francés (para que no se chifle).

El niño maravilla dice que elaborando un sistema electrónico de diseño cibernético, se puede acabar la corrupción. Eso suena muy bonito, pero si fuera cierto, la corrupción ya no existiría en los países avanzados tecnológicamente.

Le recuerdo al joven maravilla que hace más de diez años, un jovencito se puso de acuerdo con otro y se robaron 50 millones de libras esterlinas a través de información privilegiada y del sistema de informática, y que la CIA tenía 80 millones de gentes intervenidas en EU y otras partes del mundo. Y eso lo denunció Snowden, y por haberlo hecho está exiliado en Rusia. Igual sucedió con el fundador del sitio web WikiLeaks, que está refugiado en la embajada de Ecuador en Londres por, con base en la informática, haber filtrado documentos secretos de los EU.

Otro recordatorio es que en México no hay más que 60 millones de personas que tienen acceso a la computación. Yo pienso que la honestidad se aprende y se practica, fundamentalmente, en la familia y en la escuela, al margen de los sistemas. Es una actitud ante la vida y es un principio moral que bien puede estorbarse, pero no impedirse.

Descartes: Pienso, luego existo… La honestidad se define solamente como honestidad.

https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/las-maravillas-electronicas-del-nino-maravilla