Señala: Al país le conviene que a Nuevo León le vaya bien.
En un artículo reciente, el tesorero Carlos Garza Ibarra, que ha demostrado siempre un conocimiento pleno de su función, recuerda que el convenio de adhesión al pacto fiscal está cerca de cumplir 40 años, y que los estados y municipios cedieron sus potestades para recibir recaudaciones que les daban, conforme el número de habitantes. Esta tesis no representa resultados coincidentes con la época.
El mejor argumento es que a Nuevo León le dan 29 centavos de cada peso que el mismo aporta, y a Oaxaca, Guerrero y Chiapas les dan 10 pesos por cada peso que ellos aportan. Todo lo anterior para fomentar el desarrollo que, según los resultados, no ha sido benéfico para esas entidades, a pesar de ese convenio, y que Nuevo León, con el tratamiento actual, su población y la mínima participación que le otorga la federación, sí propicia resultados en calidad de vida, desarrollo empresarial, productividad y financiamiento público y privado.
Dados estos argumentos expresados por un personaje conocedor del tema, llega uno fácilmente a la conclusión que él manifiesta: que a México, como país, le va bien si a Nuevo León le va bien, porque los programas de integración, empleo y desarrollo de nuestra entidad, se han multiplicado en otras áreas de la República y en la región se ha hecho manifiesto, con datos muy concretos, su verdadero impulso a la modernidad que requiere la economía actual.
Bastan entonces, las opiniones anteriores, para darle argumentos al gobernador con qué defenderse ante la federación y sobre todo con el nuevo régimen, que está actuando, en algunas acciones, en forma históricamente no congruente con la realidad y pensando en otras épocas con diferentes circunstancias, que hay que modificar en esta nueva era de la globalización y de la sociedad del conocimiento.
Por todo lo anterior, el convenio con Nuevo León de ese pacto fiscal debe ser defendido ante la federación y gestionando los recursos necesarios para permitir que Nuevo León progrese y así México también.
Descartes: Pienso, luego existo… Hay que escuchar a los que piensan y conocen el tema, y Carlos Garza es uno de ellos.
