April 27, 2024

AMLO y las iglesias

Se predica la paz, pero se practica la inequidad.

El suscrito, que tiene muchos años de observar la política nacional y de participar en ella directa o indirectamente, está consciente del cambio fundamental que, desde la época de López Portillo, se ha llevado a cabo en las relaciones de la iglesia Católica y el Estado, salpicando a otras iglesias y cultos que no son mayoritarios, en teoría, pero que han ido gradualmente creciendo y, por tanto, son factores de opinión en las conciencias de la nación.

AMLO, presidente electo de México, parece ser un hombre religioso, con una mística espiritual que lo hace predicar la paz, el perdón, la reconciliación y muchos de los valores fundamentales de las religiones.

En México ha habido un cambio sustancial a partir de las leyes de Reforma, que tuvieron plena vigencia con el presidente Juárez, quien, a pesar de ser un creyente, sabía que debería haber una separación entre la Iglesia y el Estado, porque una cosa es la religión y otra son las iglesias, que significan muchas veces organizaciones jerárquicas y cotos de poder; muchas de ellas que ejercen acciones negativas transitorias o circunstanciales, pero que desbordan o sacrifican los ideales de sus fundadores por intereses que no siempre son los más valiosos para el ser humano.

Yo pienso que los temas fundamentales de la compasión, el perdón, la tolerancia, que también predica el Dalai Lama y todas las iglesias, son importantes para gobernar, pero de ahí a que haya demasiada interferencia de la Iglesia, usando su poder espiritual, en los temas de la política o del Estado hay un abismo importante, porque los sacerdotes o los ministros de culto tienen influencia profunda, la que deben dedicar a cuidar el espíritu, no la materia, y menos el poder político transitorio y circunstancial.

Por eso debe haber armonía y respeto mutuo, pero se debe cuidar que no exista intervención ni de la Iglesia en el Estado, ni del Estado sobre el espíritu de las iglesias. Por lo anterior, AMLO debe meditar profundamente su relación con ese factor que a veces se convierte en político y no en místico.

Descartes: Pienso, luego existo… Juárez tenía una gran sabiduría natural: separación de la Iglesia y el Estado y educación laica, y por supuesto gratuita, no como ahora…

https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/amlo-y-las-iglesias