Reportes en revistas y universidades muy serias lo describen
Recientemente la revista Scientific American publicó un estudio hecho por la Universidad de Columbia. El estudio se hizo en mujeres embarazadas y en niños y documentó que las madres, en el embarazo, o niños de uno a tres años que están expuestos a la contaminación ambiental de sustancias múltiples, tienen cinco veces más posibilidades de desarrollar síndrome de falta de atención e hiperactividad. Además, encontraron un mayor porcentaje de personas con problemas cognitivos para el aprendizaje y depresión.
Al mismo tiempo fue publicado en The American Journal of Cardiology, un estudio hecho en un hospital de Barcelona, donde se evaluaron los casos de infarto de miocardio y se encontró que durante los días de mayor contaminación, aumentaba su frecuencia y también la mortalidad de quienes los sufrían.
El estudio hecho en Barcelona midió sustancias de 10 micras y de menos de 2 micras y concluyó que los motores de combustión interna, sobre todo los de diésel, automóviles y camiones, eran los responsables de ese fenómeno, que al estudiarse retroactivamente y haberse tratado durante cinco años, para bajar la contaminación, disminuyó; es decir, hubo una doble prueba de su efecto.
Esos datos nos deben abrir los ojos, sobre todo a nuestros gobiernos, para saber que la contaminación ambiental no es una cuestión de polvitos que molestan la laringe y causan alergia, sino que afecta nuestros índices de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, que son muy frecuentes. Además, afecta también el futuro de nuestros hijos, pues ese síndrome de hiperactividad y de falta de atención lesiona la parte cognitiva e impide el aprendizaje y la enseñanza escolar y extraescolar, generando un futuro incierto para nuestros hijos y nietos.
Es urgente, entonces, que para evitarlo, las autoridades tomen medidas muy serias, radicales, porque la salud es primero que el comercio y la política; y si eso no se logra, estaremos cimentando nuestra destrucción y a la de nuestros bebés, pues Monterrey es una de las ciudades más contaminadas de América y muy pronto estaremos sufriendo estos trastornos patológicos.
DESCARTES: Pienso, luego existo… Estudios científicos muy serios demuestran nuestro riesgo y el de nuestros hijos por la contaminación.