En este ensayo poético, corregido y ampliado en su segunda edición, el autor, rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León en el período 1973-1979, plasma su pensamiento en torno a “un hombre bueno y un verdadero poeta del sentir”, Pedro Garfias, que “llegó a Monterrey de España y de la capital; viajero inquieto, germinó asombros y también sentimientos”…
“Fue fuerte, solo y profundo, cortés con los pobres,
los locos y los presos; rió poco, sufrió mucho,
creó belleza trascendente, y murió nuestro hombre
con su poesía”. “Ahora, muerto está en su biología;
los locos y los presos; rió poco, sufrió mucho,
creó belleza trascendente, y murió nuestro hombre
con su poesía”. “Ahora, muerto está en su biología;
pero existe otra dimensión
que cubre la gloria y el arte
que en este mundo no hay:
en esta atmósfera incierta y muy brillante,
hay, hoy y ayer, una nueva estrella
que sólo late en las noches…”