Las minorías PRI y PAN se pelean por las migajas que quedaron.
Me llama mucho la atención que en fechas recientes el PAN, partido que tenía una ideología extraordinaria escrita por su fundador y presidente Manuel Gómez Morín, que desbarató Ricardo Anaya, y el PRI, que desde 1946 representó conceptualmente los postulados de la Revolución Mexicana; así, ambos formaban parte de cierto equilibro, con dominancia del PRI, pero ahora están inconscientes y ciegos a la realidad de que Morena los abrumó, los desplazó y los dejó con frugales y muy reducidos espacios de actividad política militante.
No contentos con esta miopía, parece que algunos miembros de esos partidos siguen, en forma contestataria, peleando entre ellos y por supuesto el PAN, con sus resentimientos contra el PRI, y el PRI con sus rencores y frustraciones contra el mismo PRI, con fuego amigo en nuestro estado, es un partido que está obligado a un nuevo nacimiento, con unidad disciplinaria y a un cambio total, hasta de nombre, no digamos de actitudes, para poder sobrevivir ante la aplastante victoria de un cambio trascendental en la ideología política de un país tan bello como el nuestro, con gran identidad cultural, pero con tanta pobreza.
Es imperativo y momento para dejar las armas internas en la casa y en reposo, y empezar a estudiar la razón de la aplastante tormenta que dejo huérfanos, pobres y sin figuras dominantes a esos partidos, y así refugiarse en un acuerdo de unidad interna y, por qué no, de un acuerdo bipartidista para producir el equilibrio contra la fuerza de Morena, que no conviene que sea tan grande, con la figura de un Presidente que tiene todo el control del país y de las Cámaras locales y nacional, lo que produce una sola forma de actuar y de pensar, que puede conducir a la dictadura.
Descartes: Pienso, luego existo… Liliput, pueblo de enanitos PRI Y PAN, y Gulliver, como Morena, gigante.
https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/la-lucha-liliputiense
