¿Nuestros hijos serán desempleados?
En la actualidad hay futurólogos que con la informática, los teléfonos celulares, los datos de Mr. Google y los avances de la cibernética pueden tener una visión del futuro y existen múltiples estudios científicos que permiten tener una opinión sobre el porvenir. Entre ellos está el libro Sálvese quien pueda, de Andrés Oppenheimer.
Además, hay estudios de la Oxford Martin School que señalan el riesgo de que para el año 2025 el 40% de los empleos actuales desaparezca por la automatización. Esto con base en estudios hechos sobre 702 ocupaciones, donde se señala:
Es probable que en esa época más de 140 millones de oficinistas y profesionales estarán desempleados, ya que la automatización y la inteligencia artificial eliminarán el 9% de los empleos en EU y, según la revista Forbes, 73 millones de empleos estadunidenses no existirán para 2030, pues los robots les robarán sus trabajos.
Hoy en día los empleos de las operadoras telefónicas y los vendedores de tiendas están siendo reemplazados por robots que pueden contestar preguntas y orientar, con lo que se sustituye el trabajo que llevan a cabo las personas.
Existen ya en algunos países hoteles manejados por robots, restaurantes de comida rápida con robots que mantienen una conversación telefónica y te sirven, y se está supliendo a los chefs por robots que preparan la comida con mejores combinaciones. Si a esto le agregamos que Deep Blue, la súper computadora, ya le ganó al campeón mundial de ajedrez Gari Kaspárow, nos muestra que la inteligencia artificial no solo es descriptiva, sino también intuitiva y que la mitad de los empleos bancarios desaparecerán, así como los agentes de bienes raíces, los guardias y los inspectores y hasta muchos médicos, porque los nuevos mecanismos de memoria permitirán consultarle al teléfono. Lo mismo para abogados y jueces.
Se crearán nuevos empleos, como los asistentes de salud, por la expectativa de vida; los conductores de los taxis, tipos dron, que estarán automatizados.
Todo esto parece ciencia ficción, pero hay que pensar en nuestros descendientes, que padecerán o gozarán el nuevo shock del futuro.
Descartes: Pienso, luego existo… La inteligencia artificial está desplazando al empleo, pero el hombre siempre se ha adaptado a todo.
