Personaje auténtico y tenaz. Siembra dudas.
A Jaime Rodríguez lo conozco desde su época de estudiante, pues él estaba en la Facultad de Agronomía cuando yo fui rector de la UANL y durante su trayectoria en el PRI tuve algunos encuentros y desencuentros, como él dice, lo que me permitió conocer sus virtudes y defectos.
El Bronco se actualizó sobre las redes sociales y aprovechó el momento circunstancial de un estado harto de los gobiernos anteriores y deseoso de un cambio de las acciones políticas tradicionales. Así, con inteligencia, se salió del PRI y ganó por abrumadora votación y rompió una serie de ataduras que existían en los esquemas convencionales del PRI y del PAN.
Ya en el Gobierno hizo cosas buenas, en términos de tratar de mejorar la legislación que protegía la impunidad y desfavorablemente no aprovechó para comunicar sus acciones; y sus conflictos con los medios de comunicación empezaron a minar sus resultados y produjo en mucha gente una especie de desánimo. Amén de lo anterior, haber dejado el estado e irse a la precandidatura, pero pensando siempre en regresar o quemar las naves, le ha generado un ambiente desfavorable.
Para concluir, yo creo que al igual que en Nuevo León, él tiene derecho a participar. El Instituto Nacional Electoral se la puso “cuesta arriba”, por tantos obstáculos, y ya declaró que no cumple con el número de firmas y la dispersión necesaria para aparecer en la boleta electoral. Por su parte, el Tribunal Electoral Federal ayer desechó las impugnaciones del candidato, por lo que quedaría fuera de la boleta el próximo 1 de julio.
DESCARTES: Pienso, luego existo… Auténtico, rompió cadenas, no aprovechó bien su estancia de gobernador, pero tiene opciones en este mundo inexplorado de la política moderna.
