Me refiero a la reforma educativa
Uno de los más serios problemas de la educación en México ha sido la politización y la confusión entre la política del poder y la importancia de la política del saber. Por eso me gustó el artículo de Miriam Hinojosa, porque deja la incógnita de qué está sucediendo en la actualidad entre el poder del organismo sindical radical del sureste y el saber de una reforma educativa que debe conservar lo que tenga de bueno y cambiar lo que tenga de malo. Pero mandar el problema político al secretario de Educación es un error, porque lo político debe tratarse en Gobernación, aunque actualmente está en la Cámara de Diputados.
Debemos respetar a los maestros y prepararlos y dignificarlos, y después evaluarlos, pero darle a los sindicatos, a la CNTE y al SNTE, los nombramientos del magisterio, es politizar el quehacer más importante de un país: educar a sus niños y jóvenes. Eso se ha demostrado, pues la educación sigue en caída libre y México nunca progresará si no mejora su formación integral, y su ciencia y tecnología.
Ojalá López Obrador aclare que la nominación magisterial es por calidad, no por influencia gremial.
Descartes: Pienso, luego existo… El poder del saber está siempre en riesgo.
