La tendencia es dominante, aunque ¿?
Como en mi país nunca podemos estar seguros de nada, pero la última encuesta de Consulta Mitofsky muestra que ni juntos, Anaya y Meade, suman la cantidad que dicen tiene López Obrador y lo que llama más la atención es que Meade conservó a los priistas tradicionales, porque seguramente el sistema los había acostumbrado; pero el resto de la población parece inclinarse por López Obrador.
Estamos a pocos días de la elección y las cosas pueden cambiar, porque como dice Salvador Borrego, las encuestas son dinámicas y no se pueden estancar permanentemente; pero los números, las mayorías, las tendencias, las sumas y restas, están muy lejos de ser una lucha competitiva, pareja, como en sexenios anteriores.
Así que si no pasa nada nuevo, tendremos un presidente que no cambiará mucho las cosas, porque el sistema mexicano está bien establecido, pero sí habrá algunas modificaciones que espero sean benéficas, porque a como estábamos caminando y con la intolerancia de Trump no teníamos muchas expectativas para el futuro.
Ya es momento, entonces, de meditar para qué es la política, que es el arte de la conciliación, el arte del servicio, el arte de amar, de dar, de comprender, tolerar y perdonar, y no la guerra permanente entre enemigos, pues los candidatos solo son rivales y tarde o temprano tendrán que platicar y ponerse de acuerdo para que se vectorizen los esfuerzos que este país requiere para salir de la pobreza, de la impunidad, de la corrupción y de todos los defectos que nos han venido heredando el sistema, quizá producto de los cambios en la civilización contemporánea o de nuestra propia idiosincrasia.
Descartes: Pienso, luego existo… Las encuestas no son definitivas, pero estos números nunca los había visto en mi larga trayectoria en el ámbito público.
