Aldo Fasci ¿quiere renunciar?
Estoy muy preocupado porque en el área metropolitana de Monterrey han aumentado los crímenes de violencia ligada al narcotráfico y seguramente también ligada a la marginación, a la pobreza y a la triste actitud gubernamental federal, que no ha resuelto el principal problema de un gobierno real, que es el dar seguridad a sus habitantes.
En los últimos días, tanto a nivel nacional y local, han aumentado los crímenes violentos y existen discusiones sobre su número, lo que ha propiciado que el Presidente replique, con sus características personales, en lugar de preocuparse por lo fundamental.
Esto último es porque sin seguridad no sirven de nada las inspiraciones mesiánicas, pues lo que un mexicano quiere, y eso es lo único que justifica al Estado desde la época de Rousseau, Montesquieu y Diderot, es poder salir a la calle, él y su familia, y estar tranquilos.
Si bien la preservación de la tranquilidad, como decía Tomás Moro en La Utopía, se basa en el juicio moral y en el respeto y amor entre los seres humanos, la verdad es que la sociedad no se comporta en esa forma ideal y requiere organización, sistemas, mecanismos administrativos, recursos y una organización adecuada, así como jefes únicos y no múltiples, como parece ser aquí en Nuevo León.
Yo conozco bien a Aldo Fasci y creo que lo que la sociedad quiere no son conflictos internos y personalidades, como el caso de Fasci, que son gente buena; sino lo que necesitamos son resultados, para no volver a vivir en la incertidumbre, como hace diez años.
Pienso que el gobernador Jaime Rodríguez Calderón quiere pasar a la historia, como lo hacen todos los ejecutivos y se preocupa mucho por impuestos, recursos, solicitudes de apoyo federal y fundamentalmente por la inseguridad, tratando de coordinar las distintas instancias que participan en este tema. Mi opinión reiterada es que al margen de estos buenos deseos, lo que importa son los resultados. Si no, no se justifica el bello arte-ciencia de gobernar, en todos los niveles del gobierno nacional.
Descartes: Pienso, luego existo… La gobernabilidad se define como la seguridad fundamental de sus habitantes. Lo demás viene por añadidura.
https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/sigue-conflicto-por-inseguridad