Pero como no soy, no me harán caso
El día de ayer algo se resolvió: posponer la reunión del Consejo de Transporte, donde se tomaría una decisión. No sé cuál será, pero la responsabilidad final le toca a mi querido amigo el gobernador, que puede vetar o decidir algo, aunque no sea muy agradable.
Si yo estuviera en su pellejo, decidiría: 1) Aumentar las tarifas de acuerdo a la inflación de los años que duró el convenio anterior, 2) Aumentar las tarifas bajo programas de compromiso de los transportistas de mejorar. Así, si firman que van a ponerles clima, se aumenta. Si además se comprometen a que van a cambiar las unidades viejas, entonces se les aporta una cantidad y 3) Si van a promover la tarjeta Feria, se aprobaría una cantidad. Es decir, los incrementos se harían con compromisos concretos y no al trancazo.
Todo lo anterior, sabiendo que la gente no va a estar contenta porque a nadie le gusta que le aumenten cuotas o impuestos. Pero como la gubernatura no es concurso de simpatía, hay que hacer lo justo utilizando las matemáticas, materia que espero hayan aprobado.
Descartes: Pienso, luego existo… Se pospuso: algo podrido huele en Dinamarca (Shakespeare).