April 19, 2024

Porqué fallan los economistas

Los humanos no siempre somos racionales.

Luis Eugenio Todd

La revista The Economist publica algo muy interesante en relación a explicar los errores de los economistas, muchos de ellos Premio Nobel, que estudian el mercado y hacen ecuaciones matemáticas para entender y pronosticar los cambios que se dan en la relación economía y humanidad. Estos personajes se equivocan frecuentemente, porque las precisiones matemáticas chocan con el comportamiento humano.

Andrew Law, un joven académico, señala que una de las claves para generar hipótesis eficientes sobre el mercado puede estar alejada del error, solo si los economistas olvidan su pensamiento estrecho y se adaptan al sistema cerebral, que tiene que ver con una serie de mecanismos neurohormonales que las frías tendencias económicas del mercado no pueden comprender.

Sus investigaciones han demostrado, por ejemplo, que ganar dinero produce en el cerebro una sensación de placer semejante a la generada por la cocaína, producto de las dopaminas en la parte básica del cerebro que le gusta gozar y ganar. También dice que perder dinero produce el mismo efecto en el cerebro, que cuando hueles algo espantoso o ves fotografías de mutilación o de asesinatos sangrientos.

Por lo anterior, la tendencia moderna para entender los mercados y los cambios financieros, debe tomar en cuenta lo que él dice en broma: el concepto de las islas Galápagos que usó Darwin en su libro sobre las especies y que ahora deben usar los economistas para entender muchas cosas conforme aparece el choque cultural con la adaptación neurohormonal.

La teoría explica por qué la economía a veces tiene grandes periodos de estabilidad, seguidos por crisis producto de que las instituciones se van adaptando a cambios y responden en forma distinta conforme pasa el tiempo, apareciendo así las denominadas crisis financieras que van más allá de la comprensión de la ciencia de la economía.

También explica por qué a veces la respuesta humana a la teoría económica es diferente, según la formación intelectual y la tendencia natural a la preservación del yo; esto último nos ayudaría a comprender por qué México, país con 50% de pobres, tiene el mayor índice en consumo de coca cola.

Espero que estas explicaciones nos permitan perdonar a todos los grandes economistas que hemos tenido en el gobierno, que “han metido la pata”, tratando de pronosticar cambios, colocando a nuestro país en serias crisis económicas, devaluaciones, pérdida del poder adquisitivo, inflación y más pobreza.