Malos indicios para el año que inicia
Luis E. Todd
Según encuestas hechas por organismos industriales y gubernamentales, las expectativas de los mexicanos para el año actual no son buenas y representan la falta de esperanza de mejoría, en términos de crecimiento económico, disminución de inflación y sobre todo de crecimiento industrial, por el problema del Tratado de Libre Comercio.
Las encuestas no siempre son ciertas, pero sí originan decepción en el ánimo de los mexicanos y quita esperanzas, sobre todo en año político, en donde las actividades del poder sobrepasarán los intereses económicos, industriales y de progreso. Lo anterior no es un buen augurio en cuanto a la unidad nacional.
Al margen de posibles errores, los indicadores señalan que va a haber un año peor que el anterior y que, aunado al problema político, tendremos una decepción permanente, en cuanto a las expectativas de mejorar nuestra situación económica familiar, que es lo realmente importante de la actividad política, pues cuando la política, que depende de la economía, no es boyante, las fórmulas de unidad nacional se deterioran y se pierden las expectativas de mejoría, creándose un ambiente de incertidumbre.
Espero con optimismo que estos estudios tengan un margen de error y que al final logremos un mejor año que el anterior, pero las matemáticas no mienten y las proyecciones económicas nacionales e internacionales son fórmulas estadísticas y matemáticamente reales, que nos auguran un año de sacrificio, aunado a la búsqueda del poder, que desplaza los intereses reales del país, que a veces no tienen mucho que ver con la política.
El mejor ejemplo de que la política no es tan importante lo tiene Corea del Sur, que se dedicó a educar, instruir, investigar, desarrollar nuevas tecnologías; se olvidó un poco de la política y ahora es un país ejemplar que produce, crece y su bienestar social es mucho mejor.
DESCARTES: Pienso, luego existo… La política no es más importante que la economía.
