Me refiero a la verificación vehicular
Dicen los que saben de equinos, que la mula es más terca que la burra y que a pesar de que se le enseñe el trigo, ella regresa a comer maíz.
Lo mismo sucede con los diferentes gobiernos del estado.
Todos estudian la verificación vehicular y la rechazan, a sabiendas de que en otras partes del mundo y del país se practica y que es una fórmula eficaz, de las muchas que se requieren, para reducir la contaminación ambiental, que es un problema de salud pública.
En Nuevo León también siempre volvemos a lo mismo; es decir, somos tan tercos como una mula y aunque se propone que la verificación vehicular se haga en forma obligatoria, porque es para beneficio social y también gratuita, para no impactar a la gente de escasos recursos, la discusión se olvida, a pesar de que su aplicación es muy sencilla, a través de las gasolineras, por lo que debe hacerse en beneficio de nuestros hijos y nuestros viejos, que son los que más sufren su impacto.
Exhorto al gobierno y al Congreso a que entiendan que esto es lo indispensable para empezar una gran lucha contra el azote de la contaminación.
Descartes: Pienso, luego existo… Hasta las mulas pueden educarse. ¿Por qué no nos educamos nosotros?
https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/otra-vez-la-mula-al-maiz