Empezar mal es acabar mal
Hace seis años que nosotros, que tenemos experiencia educativa, señalamos que la Reforma Educativa se había iniciado reprimiendo a los maestros, en lugar de prepararlos para las nuevas corrientes de la educación internacional. Además, señalamos que el personal a quien se le había encargado esta noble tarea no tenía la experiencia y el contacto directo con el sistema escolar, y sus cambios eran solo teóricos y no iban a resultar en el mediano plazo.
Actualmente, el secretario de Educación designado por el Presidente electo ha señalado que hay que modificarla sustancialmente y ha iniciado una consulta nacional. También Elba Esther regresa a la arena que conoce muy bien, con la tesis de defender el magisterio de la represión y adaptarse a las nuevas circunstancias y AMLO, que es el jefe político futuro de la nación, ha dicho con claridad que hay que derrumbar la antigua Reforma Educativa y generar una nueva, totalmente distinta a la anterior.
Esta conjugación de factores representa una suma de ideas que están en contra de la reforma convencional que se hizo en este régimen, y da oportunidad de que aparezcan nuevas luces que deben ser establecidas por los educadores y no por los políticos de circunstancia que solo buscan el poder.
Da gusto también que personas con capacidad probada, como Gilberto Guevara Niebla, estén en el área que conocen a la perfección y que suplan a los neófitos que la recogieron por razones del poder y no del saber.
Descartes: Pienso, luego existo… Ratifico que los problemas más serios del país son la ignorancia, la falta de visión educativa, la pobreza y la violencia consiguiente a la misma. Solo la educación cambiará el rumbo.
https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/la-reforma-elba-y-amlo
