April 24, 2024

La mariguana no es inocua

Hay que legalizar, pero también controlar

En estos días hubo un alboroto en los medios de comunicación porque en Canadá, país con excelente calidad de vida, se legalizó la mariguana y ya empieza la comercialización y la publicidad para que este producto entre al libre comercio.

Nosotros hemos estado de acuerdo, desde hace muchos años, con que se legalice, bajo la tesis del filósofo inglés John Stuart Mills, que señaló que cada quien es responsable de su cuerpo, cuando es adulto, siempre que no afecte el de los demás. Sin embargo, nuestra idea era que la legalización de la mariguana y de otras drogas estuviera sujeta al control del Estado, para evitar el mal uso de este programa, que puede ser un antídoto contra la violencia institucionalizada del narcotráfico.

Esta sustancia –cuyo alcaloide es el cannabis–, igual que la amapola, tiene dos caras. La primera es que su efecto medicinal es muy valioso, pues de la amapola se extrae la morfina, la codeína y muchas otras sustancias que son benéficas para la salud. De la mariguana, aunque no hay muchos estudios, también se conoce que tiene aspectos benéficos en enfermedades degenerativas y que puede ser de utilidad en el campo de la medicina. Sin embargo, y esto es muy importante:

La mariguana, como el alcohol y por supuesto como la amapola, mal usada genera trastornos sobre la salud personal y también sobre la productividad y la proyección social y familiar, que son importantes en la comunidad. Asimismo reduce el metabolismo de algunas neurohormonas, ocasiona trastornos pulmonares serios y dificulta el aprendizaje cuando se usa en forma crónica, por lo que los jóvenes van a tener problemas para entrar al maravilloso mundo de la educación, que es la base para un futuro con certidumbre.

Esta sustancia, como el alcohol y el cigarro, es mala cuando genera adicción, por lo que debe tener control estricto del Estado y no entrar a la comercialización a ultranza, pues esto generaría un mayor problema en una sociedad que cada día es más adicta a muchas sustancias y costumbres producto de la depresión y ansiedad que caracterizan a la época moderna.

Descartes: Pienso, luego existo… Legalización sí, pero controlada. Si no, estaremos empujando a la sociedad a una nueva adicción colectiva, como la del alcohol y el cigarro.

https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/la-mariguana-no-es-inocua