“Debe ampliarse la persuasión, no la imposición”
Yo estoy seguro que Mauricio Fernández, alcalde de San Pedro, tiene razón en el tema del museo La Milarca, porque él lo va a donar en terrenos propiedad de su familia, que están dedicados desde hace mucho tiempo a la extensión cultural y científica que desarrolló el Planetario.
Pero si teniendo razón quiere imponer su actitud hegemónica y totalitaria, y no persuadir al Colegio de Arquitectos de Nuevo León y a la Academia Nacional de Arquitectura, capítulo Monterrey, va a meterse en un problema innecesario, porque ellos y los urbanistas tienen ganas de participar.
Hay que abrirle las puertas al diálogo, para así obtener lo más positivo de las opiniones de ambas fuerzas: la técnica y conceptual de los urbanistas y la práctica e indispensable fuerza del argumento de que San Pedro requiere menos influencia financiera, y más aporte cultural y espiritual, para evitar una sociedad totalmente mercantil, como parece estar sucediendo en esa área.
Las excelentes y buenas intenciones de Mauricio se las puede llevar el diablo de los pequeños detalles si no se sienta tranquilo, escucha y absorbe, porque él tiene la razón superior del impacto espiritual que San Pedro necesita, pero requiere la actitud conciliadora e inteligente que solo tenemos los homo sapiens, pues está bien documentado que la evolución filogenética de la corteza cerebral solo es profunda en sus surcos en el ser humano, pues en esa parte está el centro de la conciliación y de la negociación, ya que los animales irracionales tienen corteza cerebral plana y no saben fácilmente negociar.
Descartes: Pienso, luego existo… La razón debe convencer y no solamente imponer, porque a veces produce una reacción innecesaria.
