April 24, 2024

La filosofía cristiana

El amor y el sacrificio fortalecen la evolución.

Luis Eugenio Todd

La filosofía que Cristo practicó y difundió en la Tierra se basa en el amor al prójimo y a uno mismo, y ejemplifica, con su crucifixión, la necesidad de resiliencia y dolor para crecer, lo cual coincide con las teorías modernas de la evolución, que en el fracaso y en la fractura dolorosa crece y se fortalece. El Viernes Santo se conmemora el hecho del dolor que Jesús sufrió al ser crucificado, en una injusta decisión de los romanos y del pueblo de Israel, que primero adoraba a su libertador del espíritu y luego lo abandonó.

La descripción de los evangelistas nos muestra un Cristo con dolor, que se ejemplifica en los símbolos de las religiones cristianas; también en otras filosofías espirituales, como el budismo o el islamismo, aparece el dolor como fuente de purificación, lo que es a veces incomprensible en las teorías modernas de la evolución, como es el caso de Yahal Nohari, sobre que la resiliencia y la fortaleza para la supervivencia no se producen solo con el amor y con la diletancia expectante que destruye toda esperanza sino que se lleva con el trauma doloroso.

Para los que creemos en Cristo, conforme lo describen los profetas en La Biblia, este aniversario se celebra recordándolo, así como representando, con una imagen de dolor y tristeza, la histórica estancia del hijo de Dios en este mundo lleno de amarguras y sinsabores, pero también de alegrías que emergen del dolor, lo cual debe ser ejemplo para inculcar en nuestros hijos una educación basada en la fortaleza y no solo en la debilidad o en los placeres de las zonas primitivas del cerebro.

En síntesis, este tema no es retórica, sino que se acompaña del método científico de la evolución dolorosa, pues Darwin creó un enorme proyecto biológico, pero nunca perdió su fe espiritual.