Facultad de Medicina y HU, ejemplo nacional.
Yo soy hijo de esa facultad, donde fui profesor durante muchos años. Viví gratas experiencias en ese nosocomio y en mi querida facultad. Sin embargo, nuestra acción era limitada a las personas carentes de recursos y la tecnología tampoco estaba acorde con las innovaciones tecnológicas; pero cumplíamos nuestra misión social. Los tiempos cambian y por supuesto que la facultad y el hospital Universitario tuvieron que subirse al cometa de la modernidad.
Lo anterior se inició y continuó con las autoridades de las últimas dos décadas, y actualmente su directiva, encabezada por el doctor Edelmiro Pérez, está dando un brinco enorme hacia la adecuación de la ciencia médica a las necesidades de una sociedad que clama por su derecho a la salud, y que ahí la está recibiendo con nuevas unidades que compiten con los grandes hospitales privados.
Basta recorrer el hospital Universitario y aplaudir que el área de Shock Trauma se está ampliando de mil 500 a 5 mil metros2 y que los departamentos de cancerología y trasplantes tienen todo lo que se requiere para el tratamiento de terribles enfermedades.
Además está de lujo el área nueva, especial para pacientes privados, igual que las áreas que en base a donativos han incrementado la potencia terapéutica, como es el caso de la Unidad de Diálisis, que ahora tiene más de 40 equipos para trabajar cotidianamente.
El esfuerzo por generar recursos extraordinarios es parte integral del quehacer de la dirección actual, y por esa razón se está invitando a diputados federales y estatales para que en el presupuesto 2019 tomen en consideración la importancia y trascendencia que esa institución tiene para el bienestar de la sociedad.
Todas estas consideraciones me llenan de orgullo y de beneplácito en mi interior melancólico, por la belleza del estudio, la investigación y el efecto social de la medicina, siempre que se conserve no solo el interés pragmático financiero, sino también la emoción de compartir y dar conocimientos para la salud.
Descartes: Pienso, luego existo… Decían los viejos maestros que prevenir, tratar con inteligencia, comprender con emoción y consolar con el corazón son los objetivos fundamentales del ser médico, por encima de todo lo demás.
https://www.milenio.com/opinion/luis-eugenio-todd/ciencia-politica/la-ciudad-de-la-medicina
