“La tozudez política bloqueó la ciencia y la técnica.”
En el sexenio de Natividad González Parás y después en el de Rodrigo Medina se discutió el tema del agua, y los expertos señalaron que iba a faltar el agua en unos años. Nosotros también, en la revista Conocimiento y dentro del Programa de Biotecnología desarrollamos un congreso en la ciudad de Xalapa, por la cercanía del Pánuco, e invitamos a personas de España, Canadá y EU. Y todos coincidieron en la necesidad de un mecanismo de concertación de todas las áreas que requieren agua, y se llegó a la conclusión de que el Pánuco es el área estratégica adecuada para tal objeto.
Después vinieron los problemas financieros de aparente abuso del presupuesto, costos muy altos y la iniciativa privada dijo que tenía otras soluciones, pues había agua profunda, según algunos técnicos, y que además el agua del Pánuco era muy cara, lo cual quizá era cierto, y que se empeñarían las cuotas de los habitantes.
Por supuesto, como es costumbre en los temas políticos, la propuesta se paralizó. Vinieron otros proyectos, nuevas elecciones, cambio de Gobierno y todo mundo se olvidó del agua, hasta que el calor infernal que estamos viviendo en la actualidad nos lo recordó.
Por buena suerte o porque alguien los aconsejó, los gobernadores no han terminado con la concesión que permite traer agua del Pánuco. Aunque la gente de San Luis Potosí y de Tamaulipas proteste, Nuevo León es un emporio industrial, muy atractivo desde el punto de vista demográfico, que requiere agua y no tiene suficiente, dadas las urbanizaciones que se han hecho, las empresas que se han creado y un sinnúmero de factores que muestran la necesidad de agua, y que el problema tiene que resolverse con ayuda federal.
Si mi amigo Eugenio Clariond tiene razón, el problema está resuelto; sacamos el agua de aquí mismo, donde otros expertos dicen que no hay suficiente para asegurar la cantidad que requiere una ciudad que está creciendo en forma impresionante en urbanizaciones, vialidad, desarrollo urbano y que va a sufrir una crisis terrible que don Alfonso Martínez Domínguez pronosticó y Jorge Treviño la previó con El Cuchillo. Por todo eso es prioritario para Nuevo León solucionar el problema de la falta de agua.
Ojalá se junten los que sí saben, los técnicos, y estudien y resuelvan la falta de agua, y los políticos se dediquen a las elecciones.
Descartes: Pienso, luego existo… El agua es prioridad, aunque digan lo contrario los que no saben.
