Nuestro país tiene una estructura institucional permanente
Como las elecciones se están acercando, empiezan a aparecer una serie de contrasentidos, pánicos sociales y aparentes organizaciones para generar circunstancias especiales que impidan que la democracia triunfe.
Además, observamos temores en los grupos empresariales, lo que comunican a sus trabajadores y hacen todo lo que pueden para evitar que llegue quien, según las encuestas recientes, ya es muy difícil que pierda su delantera.
Es probable, entonces, que llegue a la Presidencia de la República este personaje, AMLO, que tiene defectos y virtudes, como todos los seres humanos, y que por supuesto, quiere cambiar las cosas, como todos queremos que suceda.
Yo no sé quién va a ganar las elecciones, porque México es un país de contradicciones internas, aunque goza de identidad cultural y de una fortaleza institucional que ha ganado a través de su historia.
Quien llegue a la Presidencia dependerá mucho de sus colaboradores y asesores, y AMLO ya publicó algunos de ellos, que son personas serias y bien calificadas. Y si está acompañado de Manuel Bartlett, un gran mexicano a quien conozco muy bien, eso me permite deducir que tendrá colaboradores que le impedirán tomar decisiones pasionales, como algunos piensan que lo hará. Además, habrrá una pluralidad muy compleja en el Congreso, porque la gente no va a votar por un solo partido.
Yo creo en México y pienso que cualquier cambio que lo beneficie debe ser bienvenido, pues soy amante de la universalidad del pensamiento y de la búsqueda de la verdad a través de la contradicción. Por eso pienso que si el sistema político mexicano y los representantes empresariales toman acciones positivas en favor del país, imperará la razón y el buen juicio y no habrá por qué temer catástrofes en nuestro país.
Me imagino que López Velarde, aquel gran poeta, estaría de acuerdo en que si todos amamos a México y pensamos en dar, no solo en tener; en amar y no en odiar, el sistema político mexicano entrará a una fase diferente, con nuevas opciones que desplacen lo convencional, que ya no parece funcionar.
Descartes: Pienso, luego existo… En México hay un sistema y un presidente. No solamente existe un presidente.
