March 28, 2024

Diputado Waldo Fernández

Personaje de excepción.

Luis Eugenio Todd

No conozco muy bien al diputado Waldo, como le llaman sus amigos, pero a través de su obra y de su apoyo a los presupuestos del estado a través de su participación en la Cámara de Diputados y de sus diferentes conferencias y participaciones escritas y verbales, he aprendido a sentir un dejo de admiración por su labor.

Actualmente es representante de Nuevo León y miembro del Partido de la Revolución Democrática, mismo que por sus conflictos internos está en crisis y en riesgo de extinción, pero seguramente tiene muchos buenos mexicanos, que como Waldo, hacen su trabajo para beneficio social y no para ego-beneficio político personal o partidista.

Mi opinión está basada, no solo en lo que leo en los medios de comunicación sino en los comentarios de muchos de mis amigos, veteranos ya en estos terrenos de la política, que me han dicho, que el diputado, quien nació en el año de 1971 y que él mismo se dice que “no es un diputado loco”, tiene una gran participación e influencia en la Cámara de Diputados, pues al margen de su partido, su bonhomía y su buena actitud en el trato personal, así como sus conocimientos en derecho, le permiten un respeto bien ganado por parte de sus compañeros y además una admiración de los ejecutivos de otros partidos con quienes ha coexistido y que han recibido siempre el apoyo irrestricto e incondicional de Waldo en beneficio del estado de Nuevo León.

El que esto escribe fue diputado en la LXX Legislatura y sabe de las dificultades para ser un buen hombre en la vorágine laberíntica de una cámara, en la hay gentes capaces con aptitudes intelectuales y racionales, pero también muchos otros que se desprenden de su natural obligación y generan conflictos, acciones destructivas y antítesis permanente, confundiendo la democracia participativa con la tendencia entrópica social.

Nuestro representante actual, puesto de manifiesto por este comentario, ha cruzado el pantano de la sinrazón sin mancharse, porque goza de múltiple y plena admiración. Valga mi felicitación y espero que muchos sigan su ejemplo.