¿De dónde va a sacar el dinero?
Nadie puede estar en desacuerdo en que en un país como México, en donde el 90% del PIB está en manos del 10% de la población, se desarrollen programas para mejorar la distribución del ingreso y generar equidad, recuperando la gran base social que carece de oportunidades y que no tiene una calidad de vida futura promisoria.
Por supuesto que hay que ayudar a las personas de la tercera edad, a los desvalidos y a los jóvenes, para que se incorporen a la educación y al trabajo, y por supuesto que la salud es un derecho y hay que mejorar las condiciones actuales de ese importante factor del derecho social. Pero para lograrlo, desgraciadamente en este mundo cruel y frío, tecnocrático y economicista, el dinero –que es la fuente de todos los males, como decía Tolstói– es muy importante.
Los proyectos del virtual presidente electo son buenos, pero para lograr todo esto se requiere, según los expertos, un enorme presupuesto, que no tenemos.
Por eso el virtual presidente electo le está apostando al petróleo y quiere crear refinerías y reparar las actuales, para que nuestro país, que tiene o tenía mucho petróleo, pueda incorporarse a ese gran mercado de la energía, que por supuesto contamina el medio ambiente y que, según los futurólogos, va a ir perdiendo su importancia, porque la investigación científica está avanzando a pasos agigantados en las energías solar, eólica y biológica. Así, y sabedores de que el petróleo es un producto no renovable y de que algún día se terminará, se debería aprovechar la ciencia y todas las nuevas corrientes de la cibernética y la robótica.
Vaya como ejemplo que una de las compañías americanas más creativas, que es Tesla, que está produciendo carros eléctricos y va hacia la automatización, acaba de inaugurar una enorme planta en Reno, Nevada, que no tiene un solo cable.
Vamos a un mundo diferente y quizá el virtual presidente electo no lo ha percibido bien, porque no tiene experiencia en ese ramo y como todos los anteriores, le dan a la ciencia y a la tecnología muy poco valor, cuando ahí está el secreto.
Descartes: Pienso, luego existo… Buenos proyectos, pero el dinero falta. Hay que ver el futuro científico de la realidad.
